Sobre el uso del dióxido de cloro o del clorito sódico. Aunque contiene “cloro” en su denominación, es muy distinto de hipoclorito (lejía), a pesar de ello son frecuentemente confundidos. Cuando mezclamos el clorito sódico con el ácido, generamos dióxido de cloro, que es amarillo con un olor a piscina.

No inhalar los gases del dióxido de cloro durante un tiempo prolongado, ya que podría causar irritaciones en la garganta o problemas respiratorios. En pequeñas cantidades durante breve tiempo es inocuo. La documentación científica sobre la toxicidad del dióxido de cloro se refiere en principio a la inhalación, que no es lo mismo que la ingestión en cantidades pequeñas, que es inocua.

Siempre se añade agua a la mezcla que se obtiene cuando activamos clorito de sodio con el ácido, obteniendo el dióxido de cloro de esta manera. Nunca se utiliza de forma concentrada. Si salpica algo de líquido encima de la piel o la ropa, hay que lavarlo con agua abundante.

No utilizar recipientes de metal. Los recipientes de metal reaccionan con el dióxido de cloro, y se oxidan. Esto incluye al acero inoxidable, ya que es una aleación que contiene varios metales, como níquel y cromo.

No utilizar goteros de goma, ya que éstos no tienen suficiente resistencia al pH alcalino del clorito sódico y se puede disolver la goma con el tiempo.

Sólo utilizar botellas de material PP/HDPE/PE, que son resistentes y soportan la alcalinidad y acidez (pH 13/pH 1), y mantienen las propiedades durante muchos años. Los plásticos transparentes del tipo PET no son recomendables para guardar el clorito sódico concentrado durante tiempo, ya que a la larga se desintegran y dejan residuos en la solución del clorito de sodio.

El PET (Politereftalato de etileno), contiene átomos de carbono, y es sensible al clorito sódico (NaClO2), desintegrándose con el tiempo.

¿Cómo se puede saber si el clorito de sodio está en mal estado? El indicador de si el producto está mal es su color. Si el clorito, que debe ser transparente, después de activar se vuelve lechoso, está en mal estado. El color de la mezcla siempre debe ser amarillo- ámbar transparente, antes de rebajarlo con agua.

En caso de una emergencia, si accidentalmente se ha ingerido una cantidad grande de clorito de sodio o de dióxido de cloro), se toma un vaso de 240 ml de agua con una cucharadita de postre de bicarbonato de sodio. Con eso se neutraliza el efecto inmediatamente.

Si se toma vitamina C, el efecto del ácido de esta, lo que hace es reaccionar con el clorito de sodio y producir de manera espontánea gas dióxido de cloro y eso no es lo que se quiere.